6.12.05

COMUNICARSE ES VIVIR.

El humano en el engranaje del mundo.

COMO LIARSE CON UN ORDENADOR
por
ARTURO ROBSY

Nota Inicial. Este libro estuvo, ya aceptado y con buena prensa, a punto de publicarse por una gran editorial. Esto que tiene aquí es el original que llegó a ella. Con otras formas se ha visto en muchas páginas, y hasta se ha llamado “El Romualdo” porque se usó el nombre mi amigo en su transmisión por varias redes. Nunca ha salido como colección completa y se trata de una nueva revisiŽon que irá saliendo por entregas, esperemos que para general regocijo.

Trata de los tiempos heroicos de las o los BBS, lo que hoy le añade un toque de nostalgia que, desde luego, no empece su estricto sentido del humor. Tampoco empece su valor histórico. Todos los personajes son ficticios y posiblemente el autor, que ruega que este libro no sea impreso con fines comerciales, pero que nada tiene que decir a que, quien lo desee, lo incluya en sus páginas.

COMUNICARSE ES VIVIR

En la vida de todo hombre libre infectado por la informática llega un momento en que se plantea la necesidad de comprarse un Modem. MODEM, siguiendo eclécticas costumbres americanas, viene de MOdulador DEModulador. Con esta pista ya es fácil conjeturar que sirve para comunicar unos ordenadores con otros mediante la línea telefónica. Hay modems que funcionan por radio, pero están poco introducidos porque el vendedor se lleva la piel a cambio del aparato.

La opinión pública, siempre tan cándida, tiende a creer que hay cientos de razones para desear un modem: comunicar con los amigos, ahorrándose el sello; acceder a las bases de datos en las que podemos consultar desde el Boletín Oficial del Estado a las cotizaciones de la Bolsa; hasta resolver algún problema técnico por el sistema de ceder el control de nuestro ordenador a algún amigo lejano más experto.

En efecto: los modems también sirven para esto, pero normalmente uno se los compra y se los instala para tratar de tomar horrible venganza de la Compañía Telefónica, cuyos servicios y tarifas conocemos todos. La máxima ilusión de un propietario de modem es encontrar la forma de llamar sin pagar. Después, y a mucha distancia, meterse en las redes restringidas, echar un vistazo a los secretos y hasta dejar una pintada electrónica en el ordenador de la OTAN: Pepe estuvo aquí. Se ha hecho.

El lego o el aficionado medio no puede abrir cualquier revista especializada sin encontrarse con los anuncios de modem. Todos los distribuidores se muestran deseosos de venderle uno, asegurando a la víctima que no va a tener ningún problema para instalar, por ejemplo, un "internal modem" que responde a las siguientes

Specifications:
Speed: 1200 or 0-300 bps.
Compatibility: Bell 103/212 A or CCITT V21/V22
Data format: Asynchronus 10,character lengths
Trasmit level: -10 dBm.
Recive sensitivity: -43 dBm.
Data Interface: IBM PC Bus
Además, con un "interface port selectable COM1, COM2, COM3, or COM4", con un Telephone Interface: RJ11. y con una "dialing capability: touch tone or pulse automatic dial."

Un hombre solo en su guarida, privado del consejo de sus mayores, puede tener alguna dificultad para saber qué le ofrecen y, desde luego, hará la mayor de las tonterías si se encarga un modem por correo, porque eso le enfrenta a la terrible tarea de instalarlo después de leer las instrucciones escritas en un idioma que podría ser inglés si no estuviera compuesto, casi exclusivamente, por anagramas como CCITT, CDC, DTR, M/B Ratio o SW.

Algunos de estos confiados compradores se han derrumbado, víctimas de tales explicaciones, y consumen sus días en casas de salud meditando sobre baudios o teniendo alucinaciones sobre los SW, que son -rasguemos el velo- los "10 DIP switches to set the parameters of modem". O sea, diez micro-interruptores que sirven para ajustar las funciones del modem, a ver si hay suerte y funciona.

Menos confiado, llamé a mi vendedor habitual, que me lo puso en lenguaje llano:
"Los Modem trabajan a 300, 1200 y 2400 baudios. Los más usados son los de 1200, que también se pueden poner a 300. Por supuesto, Telefónica hace sus llamadas por pulsos y no por tonos , por lo que el modem ha de poder cambiar entre ambas selecciones. En América, por ejemplo, sólo usan tonos. Eso es lo que la jerga del anuncio llama "dialing capability: touch tone or pulse automatic dial".
Nadie que no esté definitivamente desnortado puede adentrarse en la jungla de los micro-interruptores, conocidos familiarmente como DIP Switches o SW: son entes malévolos cuyo concepto de la existencia es destruir la mente humana cultivada. Por otro lado, y como ayuda a los SW, los fabricantes cuidan de dar instrucciones equivocadas sobre su uso. He aquí una:

"COM2 port setting: DIP SW 2,5,6 ON. Others OFF. 2f8-2ff IRQ3",

lo que estaría más claro si añadieran que IRQ3 es un "registro de interrupción".
Mi vendedor, el Electrónico Pons, fiado en su experiencia de años, vino a casa con una sonrisa y el Modem bajo el brazo. No tenía motivos para sospechar malevolencia ninguna por parte de los Chips. Levantó el capó de mi AT 286, instaló el Modem en un "slot de expansión" y, satisfecho de sí mismo, hizo correr un programa especializado (PC Tools) que lee, entre otros misterios, los "puertos de comunicación" del ordenador.

Yo tenía, de antes, un "puerto serie" para el ratón y un "puerto paralelo" para la impresora. Junto con el del Modem, el programa debía decirme, con su estilo lacónico y viril:

Serial Ports=2
Pararel Ports=1

Nos equivocábamos el vendedor, el programa y yo: el ordenador, duro de oído, no se había dado cuenta de que le acababan de añadir un "puerto Serie" e insistía en su primitiva idea:

Serial Ports=1
Pararel Ports=1

El vendedor y yo nos miramos con inteligencia: estábamos preparados para aquella clase de jugarretas. Según él mismo confesó, raro era el modem que se instalaba a la primera: una especie de tradición tribal. En principio, lo más probable debía ser que el puerto del ratón y el del modem, configurados como COM1, se interfirieran, haciendo que el ordenador les tomara por el mismo.

Aunque esto suene a música celestial al lector, tiene que creer que, manipulando la tarjeta del ratón, uno puede convencerla de que es COM2. Se lo hicimos sin causarle dolor, pero el programa siguió dándonos una respuesta fastidiosa:

Serial Ports=1
Pararel Ports=1

-Mal asunto. -dijo el vendedor, abalanzándose sobre los peligrosos DIP Switches armado apenas con un destornillador pequeño y el manual del fabricante. Quizá vertiera sangre, pero se leía en sus ojos la absoluta decisión de poner en marcha mi modem nuevo.

Probó todas las configuraciones de micro-interruptores indicadas por el despiadado fabricante. Cuando el modem funcionaba, el ratón permanecía inerte y viceversa. Por otro lado, tenía la sospecha de que, a pesar de lo que juraban las instrucciones, el tal modem no estaba dispuesto a dejarse configurar como COM2, por una especie de orgullo. El ratón, tampoco. Un caso parecido llevó a Orwell a escribir "Rebelión en la granja".

Cinco horas después, sin haber conseguido nuevos progresos, el vendedor se retiró a su cubil a meditar rodeado de manuales de instrucciones. Meditaba un poco y recordaba con unción a las madres de los fabricantes otro poco. Era su método.

Al día siguiente, con la mente fresca y un destornillador más poderoso, regresó a casa. Le enseñó los colmillos a mi pobre AT y se arremangó, después de confiarme que el mal comportamiento sólo podía deberse a que ratón y modem compartían el mismo registro de interrupciones, eso que el fabricante, con llaneza, llamaba 2f8-2ff IRQ3.

Dos horas más tarde, con la mente recalentada, pensábamos seriamente en la rendición incondicional. Sólo una osada maniobra nos permitió que el programa de ayuda dijera:

Serial Ports= 2
Pararel Ports= 1

Pero no era la victoria. Aunque el ordenador sabía que tenía abiertos dos puertos de comunicaciones, ahora no funcionaban ni el ratón ni el modem. Además, habíamos pagado un alto precio por tan pírrico éxito: poner en OFF todos los DIP SW, haciendo lo contrario de lo que proponía el fabricante.

Muy tarde ya el vendedor se retiró a sus cuarteles. Sólo la ira que sentía le impedía manifestar la vergüenza y la frustración profesional que le reconcomían. Literalmente le roían las entrañas y había jurado que no meditaría más sobre los misterios de la electrónica. Me pasó a mí la antorcha:

-Juega con los DIP Switches, a ver qué coño pasa. -dijo un momento antes de huir- Ya me llamarás si la maldita máquina se rinde.

Consciente de mi responsabilidad, me fui a ver un capítulo de "Miami Vice" que trataba de un predicador televisivo que hacía como que salvaba almas vía satélite, precisamente con el auxilio de unos chips amaestrados que tenía. Aquello debió servirme de inspiración porque, dejando que el inconsciente guiara mis dedos, conecté los "switches" 2, 5 y 6.

El programa de información me advirtió enseguida de mi error:

Serial Ports=1
Pararel Ports=1

Parecía que estaba como al principio, y así hubiera sido si en mi infancia no me hubieran enseñado a tener fe en la mente que rige el Universo, a la que no escapan ni siquiera los circuitos integrados de silicio, o sea, los chips. La misma inspiración me hizo desconectar sólo el DIP SW 2, dejando en ON los 5 y 6. Por supuesto que el fabricante no contemplaba ni remotamente tal configuración: escapaba a su imaginación, sin duda.

Y entonces, sin un estremecimiento, el ratón y el modem funcionaron a la vez, como miembros de una familia muy unida. De nuevo el espíritu se imponía sobre la materia, gobernándola con mano dura. Y, para colmo, el modem quedaba configurado como COM2, cosa imposible según mi vendedor.

Cuando se lo comuniqué al Electrónico por teléfono pude notar, a través del cable, un escalofrío en él. Estaba dudando de todas las cosas del mundo sensible y asomándose al abismo de la eternidad.

-Los fabricantes de modems -dijo cuando consiguió recuperarse- escaparon sin razón de los campos de exterminio nazis. Y, luego, de los juicios de Nüremberg. A ninguno de ellos le clavaron astillas de bambú bajo las uñas en Vietnam. Ni siquiera están fichados por Borrell. ¿Crees que hay justicia en este mundo?

Si hoy Cervantes tuviera que escribir de nuevo el capítulo del auto de fe, quemaría en primer lugar todos los manuales de instalación de modems, mientras que Dante pondría a sus fabricantes en el círculo interior del Infierno, con la pena añadida de traducir al inmortal Virgilio con la ayuda de un diccionario de arameo.

Así pues, el lector que esté pensando en instalarse un modem, puede intentarlo siempre que tome la precaución de hacer una novena previa. El modem, como algunas flautas, suena por casualidad. Los fabricantes parecen tener un especial empeño en ello.

Notas útiles
Nota tonos
Me cuentan que algunas centrales digitales españolas ya admiten los tonos y eso quiere decir que algunos piratas están de enhorabuena. Con los tonos es más fácil pegársela a Telefónica, como se verá después.

Nota vendedor
Más adelante le conocerán: se trata del Electrónico Pons, una especie de diamante en bruto que, además, sabe vender muy bien.

Nota conocemos
Esta nota se escribe muy pocos días después de la subida del 100% en las llamadas urbanas de menos de 3 minutos. Todavía hierve la sangre y a duras penas uno consigue no proferir palabras terribles. Luego, claro, han subido el IVA al 13% y, después, al 15%, no permitiendo que la citada sangre se refrigere ni un instante.